Empresas pierden a su gallina de los huevos de oro
El gobierno de Estados Unidos solía ser el mejor cliente de algunas empresas del país: constante, con los bolsillos llenos y fiel a sus contratos. Ahora, la billetera tiene agujeros.
Tanto para inversionistas como ejecutivos, el reciente acuerdo para elevar el techo de la deuda fiscal de EE.UU. significa el primer paso en una contracción del gasto que tendrá repercusiones en muchos sectores, incluyendo el tecnológico y el de defensa.
La reducción de US$917.000 millones en gastos a lo largo de 10 años establecida para la primera fase del recorte presupuestal es solamente una fracción de los desembolsos adicionales del gobierno. Aún así, los ejecutivos se están preparando para un período de austeridad.
Associated Press
Una planta de Lockheed Martin, uno de los principales clientes del gobierno de EE.UU.
El año pasado, los contratistas recibieron un total de US$773.000 millones de negocios con el gobierno federal, según Deltek Inc. que asesora a las empresas que hacen negocios con el gobierno. Pero las compañías no deberían esperar que el Estado les provea "el ingreso del que disfrutaron durante la década pasada, cuando el gasto se disparó", advierte Ray Bjorklund, ejecutivo de Deltek.
"Los días en que el gobierno era una estupenda fuente de ingresos" y de crecimiento de ingresos están "en peligro", agregó.
Empresas grandes y pequeñas se benefician de la inversión de Washington y de los créditos fiscales que subsidian desde la fabricación de ventanas que ayudan a conservar energía hasta el desarrollo de vehículos eléctricos.
En General Electric Co., las ventas al gobierno representaron alrededor de 4% de los ingresos el año pasado, cerca de US$6.000 millones, de los cuales 75% provino fundamentalmente de servicios al ejército. Créditos tributarios redujeron la carga fiscal de GE en 4,4 puntos porcentuales. El gobierno fue también el principal contribuyente de los US$1.000 millones que GE recibió de sus clientes para investigación y desarrollo en 2010.
El año pasado, los contratistas de los sectores de defensa y aeroespacial obtuvieron US$155.000 millones del gobierno, dice Deltek. La firma prevé que el gasto general del gobierno en contratistas caiga a no más de US$718.000 millones este año y a menos de US$700.000 millones en 2012.
En cuanto al sector de la salud, el acuerdo sobre la deuda parece haber dejado a Medicare, el programa de salud para los ancianos, relativamente sin cambios. No obstante, otros recortes recientes al programa, junto con los temores respecto al futuro han afectado significativamente a las acciones de las empresas del sector.
Los títulos de las compañías en el índice Standard & Poor's 500 se han derrumbado 14,6% en el último mes.
Johnson & Johnson exhortó a sus empleados en una carta enviada en julio a presionar para que continúen los programas de Medicare. Un vocero de J&J declinó comentar.
En una entrevista reciente, el presidente ejecutivo de Merck & Co., Ken Frazier, expresó su inquietud por los efectos a futuro que los recortes en el gasto en medicamentos podrían tener en la salud de la gente, así como en la capacidad del sector para desarrollar nuevas medicinas. "No estamos seguros de que los gobiernos vayan a pagar por terapias nuevas y valiosas. Ese es nuestro temor", dijo.
Otro sector que espera un gran impacto es el de defensa, que produce aviones, barcos y tanques para el ejército.
Lockheed Martin Corp., el principal fabricante de armas para el Pentágono, es un buen ejemplo. En 2010, la compañía obtuvo cerca de 60% de sus ingresos totales de US$45.800 millones de ventas al Departamento de Defensa. Lockheed es también un proveedor de hardware y servicios para agencias del gobierno, tales como los departamentos de Seguridad Interna y de Energía. En su conjunto, 85% del negocio de Lockheed depende del gobierno federal y el resto de las exportaciones.
Por su parte, empresas de tecnología como International Business Machines Corp., VMWare Inc. y Accenture PLC han advertido que crecientes presiones sobre los presupuestos fiscales, sobre todo en EE.UU. y Europa, han hecho mella en los trimestres más recientes y posiblemente persistan.
IBM dijo que sus ventas al sector público tuvieron el menor crecimiento entre sus cinco principales categorías.
Pierre Nanterme, presidente ejecutivo de Accenture, señaló en una conferencia telefónica en junio que aunque las grandes corporaciones globales estaban acelerando sus inversiones, los gobiernos estaban creando incertidumbre en los mercados al "lidiar con desafíos de déficits y deuda".
Fuente: Wall Street Journal
Tanto para inversionistas como ejecutivos, el reciente acuerdo para elevar el techo de la deuda fiscal de EE.UU. significa el primer paso en una contracción del gasto que tendrá repercusiones en muchos sectores, incluyendo el tecnológico y el de defensa.
La reducción de US$917.000 millones en gastos a lo largo de 10 años establecida para la primera fase del recorte presupuestal es solamente una fracción de los desembolsos adicionales del gobierno. Aún así, los ejecutivos se están preparando para un período de austeridad.
Associated Press
Una planta de Lockheed Martin, uno de los principales clientes del gobierno de EE.UU.
El año pasado, los contratistas recibieron un total de US$773.000 millones de negocios con el gobierno federal, según Deltek Inc. que asesora a las empresas que hacen negocios con el gobierno. Pero las compañías no deberían esperar que el Estado les provea "el ingreso del que disfrutaron durante la década pasada, cuando el gasto se disparó", advierte Ray Bjorklund, ejecutivo de Deltek.
"Los días en que el gobierno era una estupenda fuente de ingresos" y de crecimiento de ingresos están "en peligro", agregó.
Empresas grandes y pequeñas se benefician de la inversión de Washington y de los créditos fiscales que subsidian desde la fabricación de ventanas que ayudan a conservar energía hasta el desarrollo de vehículos eléctricos.
En General Electric Co., las ventas al gobierno representaron alrededor de 4% de los ingresos el año pasado, cerca de US$6.000 millones, de los cuales 75% provino fundamentalmente de servicios al ejército. Créditos tributarios redujeron la carga fiscal de GE en 4,4 puntos porcentuales. El gobierno fue también el principal contribuyente de los US$1.000 millones que GE recibió de sus clientes para investigación y desarrollo en 2010.
El año pasado, los contratistas de los sectores de defensa y aeroespacial obtuvieron US$155.000 millones del gobierno, dice Deltek. La firma prevé que el gasto general del gobierno en contratistas caiga a no más de US$718.000 millones este año y a menos de US$700.000 millones en 2012.
En cuanto al sector de la salud, el acuerdo sobre la deuda parece haber dejado a Medicare, el programa de salud para los ancianos, relativamente sin cambios. No obstante, otros recortes recientes al programa, junto con los temores respecto al futuro han afectado significativamente a las acciones de las empresas del sector.
Los títulos de las compañías en el índice Standard & Poor's 500 se han derrumbado 14,6% en el último mes.
Johnson & Johnson exhortó a sus empleados en una carta enviada en julio a presionar para que continúen los programas de Medicare. Un vocero de J&J declinó comentar.
En una entrevista reciente, el presidente ejecutivo de Merck & Co., Ken Frazier, expresó su inquietud por los efectos a futuro que los recortes en el gasto en medicamentos podrían tener en la salud de la gente, así como en la capacidad del sector para desarrollar nuevas medicinas. "No estamos seguros de que los gobiernos vayan a pagar por terapias nuevas y valiosas. Ese es nuestro temor", dijo.
Otro sector que espera un gran impacto es el de defensa, que produce aviones, barcos y tanques para el ejército.
Lockheed Martin Corp., el principal fabricante de armas para el Pentágono, es un buen ejemplo. En 2010, la compañía obtuvo cerca de 60% de sus ingresos totales de US$45.800 millones de ventas al Departamento de Defensa. Lockheed es también un proveedor de hardware y servicios para agencias del gobierno, tales como los departamentos de Seguridad Interna y de Energía. En su conjunto, 85% del negocio de Lockheed depende del gobierno federal y el resto de las exportaciones.
Por su parte, empresas de tecnología como International Business Machines Corp., VMWare Inc. y Accenture PLC han advertido que crecientes presiones sobre los presupuestos fiscales, sobre todo en EE.UU. y Europa, han hecho mella en los trimestres más recientes y posiblemente persistan.
IBM dijo que sus ventas al sector público tuvieron el menor crecimiento entre sus cinco principales categorías.
Pierre Nanterme, presidente ejecutivo de Accenture, señaló en una conferencia telefónica en junio que aunque las grandes corporaciones globales estaban acelerando sus inversiones, los gobiernos estaban creando incertidumbre en los mercados al "lidiar con desafíos de déficits y deuda".
Fuente: Wall Street Journal


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