Legisladores EEUU, contra el reloj por límite deuda

WASHINGTON (Reuters) - A puertas del plazo para evitar una devastadora cesación de pagos estadounidense, los líderes del Congreso se aprestaban el sábado a un tenso fin de semana de negociaciones dirigido a alcanzar un compromiso que eleve el límite de deuda del país.

Los demócratas del Senado buscaban tomar la iniciativa presionando por su plan de reducción del déficit, pero las arraigadas diferencias perduran menos de 100 horas antes de que el Gobierno se quede sin fondos para pagar sus cuentas.

En el Capitolio prevalecía una atmósfera tensa, mientras los líderes demócratas acusaron a sus pares republicanos de negarse a negociar con ellos luego de que el líder de los republicanos del Senado, Mitch McConnell, dijera que quería dialogar directamente con la Casa Blanca.

Las negociaciones extraoficiales se veían como la mejor esperanza para un compromiso sobre el techo de deuda de 14,3 billones de dólares.

El presidente Barack Obama, un demócrata, instó a los legisladores a llegar a un acuerdo y eludir lo que describió como una moratoria "inexcusable".

"Existen múltiples formas de resolver este problema", dijo Obama durante su discurso semanal. "El Congreso debe hallar un terreno común sobre un plan para lograr el apoyo de ambos partidos en la Cámara baja. Y tiene que ser un plan que yo pueda firmar el martes", sostuvo.

La dramática saga por el límite de deuda se movilizó al Senado el viernes por la noche, después de que la Cámara de Representantes - controlada por los republicanos - aprobara un proyecto de ley sobre recorte del déficit, poniendo fin a semanas de inercia política.

Tal como se esperaba, el Senado de mayoría demócrata rechazó de inmediato el proyecto de ley, pero la veloz aprobación del texto en la Cámara baja aumentó la esperanza de que pueda formar parte de un compromiso final.

El líder demócrata del Senado, Harry Reid, modificó su plan, añadiendo elementos de una propuesta previa de McConnell con la esperanza de reunir más votos entre los republicanos.

No obstante, rechazó la oferta de McConnell de someterlo a votación de inmediato, una señal de que Reid aún no cuenta con el apoyo suficiente para el texto legal.

Ahora se espera que el Senado realice aquella votación a primera hora del domingo, con una aprobación final que estaría prevista para la mañana del lunes, poco antes de la apertura de los mercados financieros de Estados Unidos.

El Gobierno podría quedarse sin fondos para pagar todas sus cuentas el martes, a menos que el Congreso acuerde elevar el límite de deuda.

"El país está en crisis. Este no es momento para la política habitual", declaró en una conferencia de prensa el senador demócrata Charles Summer.

FIN DE SEMANA CLAVE

McConnell quiere estar seguro de que la Casa Blanca garantice que cualquier plan final sobre el déficit será promulgado por Obama, afirman asesores republicanos.

El vicepresidente Joe Biden, que tiene una buena relación con McConnell desde sus años en el Senado, podría surgir como un participante clave en las negociaciones del fin de semana.

"Nos dirigimos a una extensión en el techo de deuda", dijo David Kotok, presidente y jefe de la oficina de inversión de Cumberland Advirsors en Sarasota, Florida. "El riesgo es que cualquier accidente provoque un default. No es muy probable, pero es posible", indicó.

Inversores y gobiernos extranjeros estarán pendientes del proceso, aunque los enrevesados procedimientos legislativos dificultarán que el Congreso envíe un acuerdo a Obama hasta el lunes por la noche.

La propuesta revisada de Reid, que recortaría 2,2 billones de dólares en un periodo de 10 años, incorpora partes del "plan de respaldo" propuesto primero por McConnell.

La nueva versión esencialmente daría a Obama la autoridad para elevar el límite de deuda en tres etapas, a fin de cubrir las necesidades de préstamo de Estados Unidos hasta las elecciones de 2012, cuando el mandatario buscará ser reelecto.

Obama y los demócratas esperaban evitar votaciones y negociaciones múltiples sobre el límite de deuda antes de las elecciones presidenciales.

El mundo ha seguido de cerca con creciente alarma las discusiones políticas en Washington mientras la mayor economía global se acerca a una cesación de pagos sin precedentes, amenazando con generar caos en los mercados financieros.

Los mercados estadounidenses afrontaron su peor semana en un año, cuando la incertidumbre llevó a los inversores a alejarse de activos riesgosos e hizo que el dólar se derrumbara a un nivel récord frente al franco suizo, una moneda considerada estable.

El panorama podría ser mucho peor si el acuerdo sobre la deuda estadounidense no está casi aprobado para el momento en que los mercados abran el lunes.

Un pacto tardío también eleva el prospecto de que Estados Unidos pierda su valiosa calificación crediticia AAA, algo que podría remecer a los mercados y elevar los costos de créditos para los estadounidenses, que aún afrontan una tasa de desempleo superior al 9 por ciento.

Obama ha rechazado sugerencias de que podría tomar medidas de emergencia para elevar unilateralmente el límite de deuda en caso de que los partidos no logren superar sus drásticas diferencias ideológicas sobre los impuestos y el gasto.

Con un acuerdo final aún en duda, el Gobierno ha empezado a preparar a los bancos en Wall Street para los efectos posibles de una moratoria. Una de las primeras víctimas podría ser una planeada venta trimestral de 42.000 millones de dólares en nuevos bonos del Tesoro, que podría tener que ser postergada o cancelada.

Algunas compañías y firmas de inversión privadas en Estados Unidos también están poniendo en pausa los acuerdos, por el temor a un fracaso en llegar a un acuerdo, lo que podría elevar los costos del financiamiento.

"Está definitivamente teniendo un impacto escalofriante sobre la capacidad de las personas de concretar los acuerdos ahora mismo", dijo un importante banquero de inversión, que pidió reserva de su nombre.


Fuente: Reuters

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