Thomson Reuters, en la línea de fuego tras su reestructuración

La familia que controla el grupo de comunicación Thomson Reuters Corp. se ha impacientado con su desempeño y está detrás de una reciente reestructuración, lo que aumenta la presión sobre el presidente ejecutivo de la compañía, Tom Glocer, para revertir el rumbo de la compañía, de acuerdo con fuentes al tanto.

Thomas Glocer, presidente ejecutivo de Thomson Reuters.

La compañía obtiene más de la mitad de sus ingresos de la venta de paquetes de datos financieros, noticias y sofisticadas herramientas de análisis para los bancos de inversión, administradores de fondos y otros profesionales de las finanzas a través de su división de mercados. Thomson Reuters y Glocer han estado lidiando con la desaceleración de las ventas de esos productos, en parte debido a la lenta recuperación económica. Pero la industria de inversión tampoco ha sido rápida en adoptar un producto actualizado de datos financieros llamado Eikon, en cuyo desarrollo la empresa invirtió mucho dinero.

Los problemas de Thomson Reuters salieron a la luz pública la semana pasada, cuando anunció la salida de seis ejecutivos de su división de mercados, incluyendo al jefe ejecutivo de la división, en el marco de la reorganización.

La revelación, a pocos días de la publicación de los resultados de la compañía en el segundo trimestre, tomó por sorpresa a los inversionistas y a algunas personas cercanas a Thomson Reuters. El presidente ejecutivo de la división, Devin Wenig, era visto como cercano a Glocer y muchos inversionistas y ejecutivos de la compañía lo consideraban su posible sucesor.

Según fuentes al tanto, Wenig había desarrollado un plan para reestructurar las operaciones de ventas y marketing en la filial en un intento por mejorar los ingresos. Pero la familia Thomson y representantes de su firma de inversión, Woodbridge, se opusieron al plan y exigieron una reestructuración más amplia, añadieron estas fuentes.

La familia Thomson es dirigida por los hermanos David y Peter, y Woodbridge, que habitualmente habla y actúa en su representación, es encabezada por su presidente, Geoffrey Beattie.

Luego de discusiones entre la gerencia de Thomson Reuters en Nueva York y representantes de Woodbrige en Toronto, Wenig descartó seguir adelante con una reorganización más profunda, señalaron las fuentes.

De esta manera, quedó en manos de Glocer la tarea de promover una propuesta más radical que consolidó la división y que eliminó lo que la compañía denominaba "posiciones ejecutivas duplicadas".

Ahora Glocer supervisa directamente la división de mercados, al menos por ahora, colocándose así en la línea de fuego en caso de que los resultados financieros no mejoren.

Fuentes cercanas a la empresa dicen que no es inusual que Woodbridge opine sobre la estrategia en Thomson Reuters. Pero la decisión de la familia Thomson de ejercer su influencia pone en evidencia lo incierto que es todavía el resultado de la fusión de US$17.000 millones que en 2008 unió a Thomson Corp., la editorial y proveedora de datos canadiense, y Reuters Group, la agencia de noticias con sede en el Reino Unido. Desde el día en que se cerró el acuerdo, las acciones de la compañía combinada que cotizan en EE.UU. han registrado un alza de apenas 0,7%. La familia Thomson, que poseía una participación de 70% en Thomson Corp., aceptó tener 55% de la compañía fusionada, cuyo negocio se ha visto socavado por la débil recuperación.

El jueves, día en que Thomson Reuters difundirá sus resultados del segundo trimestre, será un día crucial para Glocer. Algunos inversionistas han dicho públicamente que esperan una explicación sobre la salida de Wenig y más detalles sobre los resultados de la división de mercados.

La semana pasada, además del anuncio de la reorganización, Thomson Reuters advirtió que los ingresos de la división durante el segundo trimestre mostrarán un desempeño más débil que el que se anticipaba. La compañía agregó, sin embargo, que las ventas de su división profesional, que provee información y análisis a firmas de abogados, contadores y otros profesionales no financieros, continúan siendo fuertes.


Fuente: Wall Street Journal

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