El arte de la guerra aplicado a las inversiones en acciones

Suele decirse que la inversión en acciones es más un arte, es decir la combinación del savoir-faire del analista de mercado, la rigurosidad técnica para entender temas técnicos de valuación y de leer en el balance de una empresa alguna situación que merezca un poco más de atención, así como del “feeling” propio de quien percibe que esa operación puede andar bien porque conoce de qué manera se mueve la Bolsa y a qué aspectos darle relevancia.

Pero como las situaciones no son repetitivas porque la coyuntura y el mundo van cambiando, siempre es bueno tener una estrategia. Algunos la llamarán disciplina; otros, rigurosidad. El “Arte de la Guerra” es un libro sobre tácticas y estrategias militares, inspirado por Sun Tzu, un famoso autor militar, probablemente escrito hacia el año 500 antes de Cristo.

¿Qué tienen que ver las distintas formas de combate armado, formas de avance y retrocesos, con la inversión en acciones? Mucho, ya que se puede comparar el campo de batalla con los mercados, al igual que extrapolarse al ámbito de los negocios.
La última estrategia se refiere al arte de la retirada, de la que se puede extraer mucho para la operatoria diaria en activos de riesgo o en posiciones que requieran una cierta estrategia en la Bolsa, especialmente en lo referido a la relevancia de saber salir a tiempo de una posición perdedora o con rendimiento muy negativo.

El libro enseña que ante dicha situación, uno puede rendirse (significa la derrota total), negociar (es una media derrota), retirarse (no es una derrota). Especialmente, hay que comprender este último caso, ya que quizás uno tenga que salir para avanzar más adelante en el tiempo.

En los mercados, implica la realización de una pérdida, que seguramente será menor de la que podría haber sido si se siguiera con esa posición compradora (o vendida si sube). Esta nunca es una decisión grata, e implica el “fracaso”, o que el escenario al que se apostó no se dio.
A nadie le gusta perder y en la cultura occidental, es visto como un fracaso porque no pudieron alcanzarse los objetivos. Pero en la cultura oriental, es una acción en sí misma, e implica una transición hacia una nueva etapa.

Esto sirve para “cortar” las pérdidas, para que no sean mayores de lo que ya son, y le permitirá ser ordenado, disciplinado y consistente con una planificación previa que se tiene hacer para no ir más allá de la máxima sangría posible o tolerable, algo que suele ser muy personal.
Esa decisión le permite conservar el capital para seguir operando y volver a ganar en otro negocio futuro y recuperar parte o toda la pérdida anterior. La toma de ganancias se corresponde a precios objetivos de salida y el stop loss, de acuerdo con parámetros estipulados con anterioridad; es la máxima pérdida que uno está dispuesto a asumir.

Asimismo, el "Arte de la guerra" da luz acerca de cómo llegar a vencer al enemigo sin tener que enfrentarlo cara a cara: imponiendo una moral dominante e infundiéndole miedo. Los inversores en todo momento aplican esta “teoría de los juegos” en la que se trata de no mostrar todas las cartas al adversario, e intentar influenciar al mercado, si se tiene ese poder.

La selección del terreno o campo de batalla es muy importante. En este caso, se refiere a la Bolsa y al clima, como el entorno. Incluso las grandes empresas y con mayor trayectoria tienen partes de sus negocios mejor atendidos que otras y áreas donde están en desventaja: los flancos que dejó al descubierto o que se encuentran mal protegidos son oportunidades para el competidor, por donde buscará atacarlo.

Al invertir en los mercados, uno tiende a hacerlo sin conocer sus dimensiones, tamaño, crecimiento o concentración de la competencia, pero sin detenerse a analizar sus características estratégicas. Por eso, primero hay que definir las que conviene seguir en cada escenario que se despliega en frente


Autor: Sala de Inversion

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